miércoles, 29 de agosto de 2007

Argentina

lunes, 27 de agosto de 2007

Qué es la realidad?


QUE ES "LA REALIDAD" ME PREGUNTARON: LA REALIDAD ES LO QUE SE VE RESPONDÍ.
"Cristo" en "The Truman Show" de Peter Weir (1998)

jueves, 23 de agosto de 2007

Geografía y Escala

Al hablar de escala y geografía nos remitimos a un viaje añoso, un poco olvidado y poco o nada inocente.

Las representaciones de la realidad siempre han sido un buen tema, y más aún cuando hoy, como cuasi geógrafo/as, ahuyentamos cotidianamente la imagen colectiva de aquel “Geógrafo” de “El Principito” que se dedicaba a escribir y dibujar aquello que le contaban los exploradores, haciendo mapas de lugares lejanos, de los cuales jamás llego a pisar.
Pero a caso no fue así como comenzó nuestro devenir por la historia, el deambular por el espacio. Los primero/as geógrafo/as se dedicaban a explorar los territorios vírgenes, esos lugares remotos a los cuales solo un gran espíritu aventurero llegaba, la representación que de ellos se hacía era en una plancheta, en la cual en la mediada que se avanzaba, se iba dibujando, con símbolos convencionales, de fácil entendimiento, un río como una línea, un monte como una loma y así todos podían imaginar lo magnífico que estos viajeros iban descubriendo.


De un momento los geógrafo/as sustituyeron esa representación de la realidad por una más métrica, donde la escala tradujo a líneas los territorios, y donde los geógrafo/as se adueñaron de las tierras desconocidas y solo ellos podían descifrar sus hermosos parajes.


Como todas las disciplinas, la geografía no estuvo al margen de los procesos históricos, y junto a ello de las tendencias epistemológicas y metodológicas en las cuales se vieron inmersas. Tendencias que marcaron el estudio del territorio, las medidas de su análisis y los grados de compromiso con una u otra realidad, a favor o en contra de los sistemas de dominación imperantes.
La escala local, regional, nacional y global mantenía el sello firme de quien representara la realidad y de su subjetividad.


Con la revolución tecnológica la representación de la realidad traspaso lo métrico, la medida tomaba otros caracteres. La globalización nos transformó la escala, la hizo línea y nodo y el mapa se lleno otra vez de colores e inten
sidades.

Marc Auge "Un viajero Subterráneo"

Etnógrafo francés en el metro de Paris, y cuasi geógrafo/as chileno/as construyendo el imaginario colectivo de un viaje a Buenos Aires. De aquí parte el viaje, de un taller que recopila memoria colectiva y geográfica de una América latina inserta con o sin su consentimiento a la globalización; y bajo el lema o tema Ambiente y Desarrollo.
Resulta casi imposible ser geógrafo/a sin ser un poco etnógrafo/a, tal vez todo/as somos un poco etnógrafo/as, más allá de cómo nos denominemos titularmente.
Marc Auge nos habla de la geografía subterránea de la capital (cualquier viaje repetido traerá un recuerdo), pero cuando no conocemos, cuando no repetimos ¿cómo construimos memoria? a fuerza de imágenes, de impulsos, de colectividades imaginarias.
Como buen geógrafo (siendo etnógrafo) Auge cuenta que las idas y venidas regulares de su niñez dibujaron su territorio propio, como cada uno de nosotros/as cuando sometemos a la memoria nuestro recorrido a la escuela, o porqué no decir, lo primero que nos dijo Álvarez (responsable académico de todo este viaje): recuerden la primera vez que salieron de su casa, que armaron su propio mapa, solos por el vecindario.- Mi respuesta, luego de un largo bagaje mental, en la ruca en la pre cordillera Vilchana, cuando tras bajar la escalera de tres peldaños que me separaba del trumao, descubrí a las cabras comiéndose una sandia que estaba sobre la mesa, bajo el roble (lo que recuerdo de infancia).


El tema es la configuración que hacemos de cada recorrido, a qué lo asociamos, cómo lo codificamos, lo interpretamos y lo damos a entender. Auge habla del metro parisense, ese mundo subterráneo, bastante distinto al metro de Santiago y más aún a nuestro metro tren de Valparaíso. Pero hay algo común en todo ellos, no importa lo apurados que estemos, el metro no se apura ni se detiene por nosotros, en este submundo somos propensos al recuerdo, a la codificación y decodificación del paisaje, al enamoramiento de estación.


Bueno, pero lo que nos remite a Marc Auge es su etnografía de la gente del metro, de esa imagen del joven, del adulto, del mendigo, que se redescubre en el metro, la identificación de un patrón, la colectivización de una imagen que nos refleja lo que los otros son, lo que nosotros mismos ya no somos. Entonces con el paisaje ocurrirá lo mismo, construiremos la imagen en base a un patrón, a una colectivización de lo conocido, ya sea en spot publicitarios o en las películas? Y si esto no ocurre?, y si nos lanzamos a navegar por lo desconocido y nos permitimos imaginar algo totalmente distinto?.


Las personas de la misma edad tienen necesariamente, si no recuerdos comunes, por lo menos recuerdos en común (1). La mayoría de los participantes de este viaje y por ende de este taller provienen de Santiago, cuando se les cambio el nombre a algunas estaciones del metro santiaguino, les parecía una tontera, cuál era el sentido, ellos la seguirán llamando, al menos, por un tiempo como antes, probablemente su padres y abuelos las sigan llamando siempre por su antiguo nombre. Pero tras esa “gran empresa de mejoramiento del transporte urbano santiaguino”, los nuevos pasajeros del metro las llamarán por su nuevo nombre, jamás sabrán de la existencia de otra denominación, y entonces ya pertenecerán a otro imaginario, a ese que puede palpar en carne propia el recorrido superficial del metro e interiorizar que no son 5 líneas rectas atravesando la capital, como muchos de los antiguos pensamos obnubilados por el cartograma de los círculos y el nombre de las estaciones sobre líneas de distinto color. Pienso que debe ser una sensación similar a la primera vez que tome el metro y baje en un par de estaciones más, creyendo que estaba en el mismo lugar, tenía cerca de seis años y los lugares para mí, en ese tiempo eran todos distintos. Hoy con unos años más, los lugares no son tan distintos, no al menos en su estructura.


Volviendo al metro o al viaje, lo mejor de ambos es que en mayor o menor escala, cuando abordamos un vagón o el bus, o el medio que nos moviliza hacia otro lugar, se cambia también de estado, como dice Auge: al cambiar de actividad a ciertas horas, cambian también de “lugar”…y de rol (2). Subrayo lugar por el sentido de identidad, de vivencia que esta palabra implica en nuestra disciplina.
Cuándo uno llega del campo quién es?, Cuándo llegamos de la universidad?, Cuándo volvemos a nuestra tierra?, Cuando lleguemos a Buenos Aires quiénes seremos?

Para empezar con esta historia parece suficiente, quedan alrededor de cuatro meses para continuar, así que solo me limitare a agregar una frase de Auge (3):
“El metro ya me había enseñado que siempre se puede cambiar de línea y de andén y que, si uno no puede escapar a la red, esta permite sin embargo algunos bellos rodeos”


Auge Marc, “Un viajero subterráneo”, (1) Pág.33, (2) Pág.95, (3) Pág. 117, Ed. Gedisa, 1998

miércoles, 15 de agosto de 2007